Los árboles están formados por tres partes: la raíz, el tronco y la copa. Los dos primeros son los que diferencian, fundamentalmente, a un árbol de un arbusto. Los arbustos son más pequeños y no tienen un único tallo sino que están formados por varios. No obstante, ha de señalarse que algunas especies se pueden desarrollar como árboles pequeños o como arbustos, dependiendo de las circunstancias ambientales.
Las raíces fijan el árbol al suelo. Las raíces pueden tener una raíz principal, o bien, ser numerosas raíces en las que ninguna de ellas predomina, adoptando la forma de raíz ramificada fasciculada. Muchas raíces se combinan simbióticamente con micelios de hongos. Los hongos pueden conectar diferentes árboles y formar una red que transmite nutrientes y señales.Las raíces aéreas son más raras dentro de los árboles, pero se dan en algunas especies que viven en entornos pantanosos, por ejemplo el mangle (Rhizophora).
El tronco es la estructura que sostiene la copa. Está formado por una capa exterior, la corteza, de espesor y color variables, que sirve para proteger el tejido vivo del árbol. El centro, más oscuro, es el duramen, formado por células leñosas muertas de xilema. La albura es la parte más joven de la madera y más cercana a la corteza. Entre la albura y la corteza hay una sola capa de células por la que el tronco está creciendo, llamada cambium; se divide a su vez en dos partes: la interior formará el xilema (albura y duramen) y la exterior forma la corteza interna (floema). Las características de la parte visible del tronco, la corteza, son una ayuda para identificar las especies arbóreas. Por ejemplo, el haya común la tiene gris y lisa hasta edades muy avanzadas; el pino piñonero de color pardo gris o pardo rojizo, forma surcos oscuros y grandes planchas como escamas; y el olmo común de color pardo gris, cuarteado por grietas, tanto horizontales como transversales. Cuando se corta un tronco de forma transversal (tocón), pueden verse unos círculos concéntricos, los anillos, cuyo número muestra la edad del árbol, ya que cada año se forma un anillo de mayor o menor grosor, dependiendo de varios factores: los estrechos evidencian años de dificultades, como periodos fríos o secos. Los anillos anchos se generan durante los años en que los factoreo hafectado adversamente su crecimiento. En los árboles de zonas templadas es más fácil diferenciar cada anillo, ya que en los trópicos con un clima regular a lo largo de todo el ciclo vegetativo, no se aprecia la formación de anillos anuales